Tuesday 7 February 2012

leer hace bien!





















Hace poco le decía a mi marido que cuando estoy en situaciones sociales espero tener una conversación profunda con quien sea que se dirige a mi y, muchas veces
eso no pasa. Supeficial. Por momentos todo parece muy superficial. Los temas son variaciones de lo mismo: que tipo de teléfono tiene uno, a donde se fue de vacaciones, cual será su próximo viaje, en que hotel se quedó y que recomienda, que color de pelo y de uñas está de moda, algún comentario sobre alguna de las últimas noticias de la sección "policiales" del diario, alguna que otra anécdota. O conversaciones acerca del modo en que educamos a nuestros hijos (aburridísimo, ya que además de darles amor y tiempo, cada uno tiene su propio modo, producto de su propia singuralidad, no?), un pronóstico de cómo la inflación afectará nuestra forma de consumo en el futuro próximo, y por supuesto el tema mucamas. Todo un tema.

En general, siempre busco producir o encontrar conocimiento, ya sea en soledad o en situacions vinculares pero me encuentro, a veces, sintiendo un pequeño vacío.
Le decía a mi marido, que después de tantos años de toparme con esta situación debería conformarme con practicar ser más superficial. Es que me cuesta.
Entiendo que esta época está regida por la mirada, por el hecho de tener que estar pasando, constantemente, de un estímulo a otro pero me pregunto si no hay
acaso estímulos que resulten más interesantes que otros. O sólo a mi me pasa? Estímulos en los que valga la pena detenerse y focalizar. Estímulos que despierten la curiosidad y que inviten a aprender.

En muchas circunstancias me quedo con la impresión de que esto sucede porque mucha gente vive muy rápido y ha dejado de leer y, como en algunos cuentos infantiles, han ido lentamente perdiendo la curiosidad, el brillo, la capacidad de sorprender y dejarse sorprender.

Me gusta leer. Creo que hay infinitas razones para hacerlo. Es lo que quiero compartir con ustedes hoy. Yo leo de todo, libros, revistas, cualquier cosa que pase por mis manos y me llame la atención. Seguramente, muchas de ustedes tienen la misma pasión por la literatura.

Leyendo me educo. Leyendo descubro temas que me interesan y me decido a investigarlos, a profundizarlos. Leyendo descubro que el escritor comparte conmigo las aventuras o la conflictiva de sus personajes y el modo en que resuelven o no sus problemas. A veces eso me sirve, a veces lo aplico a mi vida o, al menos, lo pongo a prueba.

Leer me ayuda a descubrir quien soy. Leyendo descubro que es placentero para otros. Leyendo me voy de la realidad, entro en otra realidad que no es la mia de una forma activa.

Leer me sirve para encontrarle el sentido a cosas que parecían no tenerlo o a no sentir que estoy sola con algunos temas.

Y así como soy lenta para entender que en vez de usar Google como buscador tengo que usar Google Chrome (no se... al menos eso dice mi hija de 10 años).

Leer me lleva tiempo y me recuerda que el aprendizaje, que el crecimiento personal, se logra lentamente porque el verdadero saber no es supérfluo, es profundo y viene despacio.

La gente que no lee se pierde la posibilidad de encontrarse con lo particular de si mismos y de los que los rodean. Corren el riesgo de tornarse aburridos hablando del ultimo modelo de teléfono celular que se compraron. O hablando de otra gente. Leer hace bien!

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