Tao

Hoy nos encontramos con un ejemplar del Tao Te Ching de Lao Tsu. Luego de haberlo comentado, nos pareció una buena idea compartirlo con ustedes. El ejemplar, fue un regalo del padre de Michelle. En la dedicatoria, él cuenta que, de chico, tuvo la chance de escuchar una conferencia en su universidad dictada por un físico famoso. Tenia 16 años entonces.
Su papá se animó a preguntarle que libro querría tener si sólo pudiese elegir uno. A lo cual éste físico respondió: el Tao.

Valoramos la enseñanzas del Tao por lo diferentes que son a los valores occidentales. A nosotras nos enseñaron que los cambios se logran a través del esfuerzo y la perseverancia. Contrario a esto, el Tao, predica que uno tiene que aceptar lo que se presenta adelante de sí sin desear que la situación sea otra más de la que es. Enseña a tomar las cosas como son, como vienen dadas, a no ir en contra de ellas (¡eso también nos enseñaron!) Intentar eso, sostiene, sólo crea resistencia. Apunta a tratar de fluir libremente en una dirección.

Lo que sea que estemos tratando de lograr, fluye con mayor naturalidad si paramos de intentar. Si dejamos de forzarlo, de poner tanto esfuerzo. Fluye, si paramos de buscar resultados y valoramos el hecho de poder andar ese camino. Así, la verdad, se verá reflejada en la claridad de una mente tranquila y abierta, en la posibilidad de ser.

O, para los occidentales que no esten de acuerdo, que no estén dispuestos a aceptar una perspectiva diferente, se tratará simplemente, de un "cuento chino"!